Tú no lo sabes pero a mí
esto no me gusta. No me gusta nada. Bueno, no voy a mentir (hoy no),
algunas cosas sí me gustan. Pero pocas. Me gusta tu silencio. Y tu
forma de hablar. Puede que también me guste tu mirada. Y en
ocasiones, hasta tu forma de mirar. Creo que me gusta tu sonrisa.
Aunque a veces también me encantan tus ojos tristes. Me gusta tu
tranquilidad. Pero sobre todo, me gusta cuando te pones nervioso.
Estoy pensado, que también me gusta tu paciencia. Pero, ¿sabes
qué?, estoy segura que me gusta aun más cuando no eres capaz de
esperar a que algo suceda. A veces, creo que me gusta tu constancia.
Pero estoy convencida, de que me gusta más cuando te dejas vencer y
abandonas un objetivo. A lo mejor, también me gusta la seriedad con
la que hablas. Pero creo que prefiero cuando te ríes a carcajadas
sin ningún motivo aparente. Me gusta todo, me encanta cada mínima e
imperceptible virtud y cada absoluto y enorme defecto.
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